Sostenibilidad e inversión con impacto social: el principal reto que enfrentan las compañías
- De acuerdo con un análisis realizado por LLYC, Los riesgos de
reputación que impactan en la sostenibilidad de los negocios tienen su
origen en conductas corporativas medioambientales, sociales y de
gobernanza
- Es importante adaptar la realidad a un universo en el que los
beneficios empresariales tendrán que unirse a beneficios para el conjunto
de la sociedad
El cambio
climático, las alteraciones provocadas por el hombre en la naturaleza, así como
los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, la
transformación del uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o
el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de
destrucción del planeta.
En
ese contexto y en el marco del “Día Internacional de la Madre Tierra” – fecha
que tiene como objetivo concienciar a la humanidad sobre los problemas
generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la
biodiversidad y otras preocupaciones ambientales-, es importante adaptar la
realidad a un universo en el que los beneficios empresariales tendrán que
unirse a beneficios para el conjunto de la sociedad.
La
sostenibilidad, y también la inversión con impacto social, ya no son una
elección, sino una obligación, y es el principal reto al que se enfrentan las
compañías. Así se desprende de un análisis preparado por LLYC.
Este
marco cambiante exige de las empresas una correcta interpretación de las
acciones de las diferentes administraciones gubernamentales (anticipación), una
adaptación a esta nueva realidad, así como una estrategia de "diplomacia
con impacto", para poner en valor ante gobiernos y parlamentos las buenas
prácticas de las empresas en sostenibilidad y en impacto social, creando un
nuevo modelo empresarial de inversión con impacto.
Riesgos
que impactan la sostenibilidad: De hecho, la mayor parte de los
riesgos de reputación que impactan en la sostenibilidad de los negocios tienen
su origen en conductas corporativas medioambientales, sociales y de gobernanza
(ESG) que defraudan la confianza de las personas en sus diferentes grupos de
interés.
“Ante
la presión de actuar, no solo por las demandas de las comunidades en las que
operan, sino de los marcos regulatorios y los compromisos globales, las
organizaciones tienen que analizar muy bien que sus estrategias de
sostenibilidad estén alineadas con lo que realmente creen y respaldan, sino
simplemente caerán en la corriente del greenwashing”, expresó Vicente
Barletta Director Senior de Proyectos Especiales y Contenidos.
Emergencias
ambientales: El cambio climático trae consigo
consecuencias negativas, en forma de sucesos contra la seguridad y salud de las
personas, que exigen planes de contingencia exhaustivos, también de
comunicación; y por los cuales, las empresas menos comprometidas frente a este
desafío resultan más afectadas en su reputación.
Activismo
sociopolítico: Las marcas se ven sometidas,
cada vez más, a la presión social de pronunciarse de algún modo respecto de muy
diferentes causas cívicas; y son juzgadas hasta el riesgo de “cancelación” en
función de su respuesta pública.
Problemas
de cumplimiento: A medida que crecen las
exigencias de carácter ético y normativo en el comportamiento de los altos
directivos de las compañías, aumentan en igual medida los riesgos
reputacionales producidos por el quebranto de esos estándares.
Para
mitigar, evitar e incluso revertir estos riesgos se hace imprescindible anticipar
eventos críticos, preparar escenarios futuros, automatizar respuestas y
participar en la conversación en tiempo real con suficiente capacidad de
influencia.
De la
salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta
y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la
pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva.
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