Homilía en la Presentación de la Corona de Santa María de la Antigua
Santa María de la Antigua la Virgen de Sevilla y el origen de nuestra fe
Queridos adolescentes, queridos hermanos y hermanas en la fe:
La Iglesia Universal celebra la existencia de dos nuevos santos: Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis dos jóvenes que han sido canonizados por el Papa León XIV este domingo 7 de septiembre. Ellos son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra.
El Papa en su primera canonización, recordó como estos dos santos nos animan con sus palabras: 'No yo, sino Dios', decía Carlo y Pier Giorgio: 'Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final'.
También hoy celebramos en este contexto el Jubileo de los Adolescentes. Y la canonización de San Carlo Acutis, este joven de nuestro tiempo, y que, en comunión con San José Sánchez del Río, adolescente mexicano mártir, la Iglesia universal y panameña nos los presentan como copatronos de los adolescentes, que iluminan la vida de ustedes y nos recuerdan que la santidad no tiene edad.
Un jubileo es tiempo de gracia, de perdón, de encuentro con Dios. Es tiempo para descubrir que la juventud no es un simple “tránsito” a la adultez, sino un regalo del Espíritu Santo para la Iglesia y para el mundo.
En sus corazones laten sueños, búsquedas, preguntas, esperanzas… todo eso es necesario para renovar la fe y para renovar la sociedad.
Muchos dicen que los adolescentes son “un problema”. Pero la Iglesia quiere proclamar hoy lo contrario: ustedes son un don de Dios, ustedes son esperanza viva de la Iglesia y del mundo.
*La Palabra de Dios habla a los adolescentes*
El Evangelio nos trae las palabras de Jesús: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos” (Mt 19,14). Jesús se pone de parte de los pequeños y jóvenes cuando los demás quieren apartarlos. Es como si dijera hoy: “No aparten a los adolescentes de mí, ellos también son parte del Reino, ellos también tienen un lugar en mi corazón y en mi Iglesia”.
Y san Pablo, escribiendo a su discípulo Timoteo, que era joven, le dice “Que nadie te menosprecie por tu juventud; al contrario, da ejemplo a los creyentes en tu palabra, tu conducta, tu amor, tu fe y tu pureza” (1 Tim 4,12).
Este pasaje es clave para ustedes: que nadie los haga sentir pequeños o incapaces. Dios confía en ustedes, la Iglesia confía en ustedes. Ustedes pueden ser ejemplo para los demás, con sus palabras, su forma de actuar, su manera de amar, su fe y su pureza de corazón.
*San Carlo Acutis: un influencer de Dios*
Carlo nació en 1991 y murió en 2006 con solo 15 años. Amaba la tecnología, los videojuegos, el fútbol y las hamburguesas. Podría haber sido un adolescente “común”. Pero Carlo tuvo un secreto: descubrió a Jesús en la Eucaristía.
Él decía: “La Eucaristía es mi autopista hacia el cielo”. La Misa diaria y la adoración eucarística eran el centro de su vida. Y usó sus talentos digitales para evangelizar. Creó una página web sobre los milagros eucarísticos en todo el mundo.
Mientras muchos buscaban coleccionar “likes”, Carlo quería coleccionar actos de amor a Jesús y a los demás. Mientras muchos se obsesionaban con estar conectados a la mejor red Wi-Fi, él recordaba: “La mejor conexión es estar en gracia con Dios”.
Carlo nos enseña que se puede ser santo en jeans y zapatillas, con un celular en el bolsillo, con una laptop en las manos, pero con el corazón en Cristo.
*San José Sánchez del Río: el mártir adolescente*
José Sánchez del Río, al que llamaban Joselito, nació en 1913 en México. En plena persecución religiosa, quiso defender su fe y se unió a los cristeros. Con apenas 14 años fue capturado, torturado y finalmente fusilado. Hasta el último momento gritó: “¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!”.
Murió como mártir de la fe, demostrando que un corazón adolescente puede ser más fuerte que cualquier tortura.
Tal vez ustedes no enfrenten persecuciones sangrientas, pero sí sufren las burlas, las críticas o las tentaciones de un mundo que ridiculiza la fe. Joselito los anima a ser valientes, a no avergonzarse de creer, a no esconder la cruz ni la oración.
Dos caminos, una misma santidad
Carlo y Joselito vivieron en tiempos distintos, pero transmiten el mismo mensaje: “Adolescente, tú puedes ser santo, aquí y ahora”.
• Carlo evangelizó con internet; Joselito con su martirio.
• Carlo murió de leucemia ofreciendo su dolor por la Iglesia; Joselito murió fusilado ofreciendo su sangre por Cristo Rey.
• Carlo fue un adolescente alegre y creativo; Joselito fue un adolescente valiente y radical.
Diferentes caminos, pero la misma certeza, que la santidad es posible para todos, en cualquier lugar y circunstancia.
*Realidad de la adolescencia panameña*
En Panamá, la adolescencia enfrenta grandes desafíos. Cerca de 1 de cada 3 adolescentes está en riesgo de abandonar la escuela, y apenas 5 de cada 10 entre los 15 y 17 años logran completar la educación media. A esto se suman más de 119 mil jóvenes entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan, y los altos índices de embarazo adolescente, con un promedio de 21 casos por día registrados en los últimos años. Estas realidades limitan las oportunidades de desarrollo y generan condiciones de mayor vulnerabilidad.
La situación es aún más compleja para los adolescentes con discapacidad, quienes enfrentan barreras para acceder a una educación inclusiva, a servicios de salud adecuados y a espacios que valoren sus talentos y capacidades. También los adolescentes indígenas y afrodescendientes sufren con frecuencia discriminación, estigmatización y exclusión social, lo que se traduce en mayores riesgos de violencia, menor acceso a oportunidades y una participación reducida en los procesos que afectan sus vidas y comunidades.
A pesar de estas dificultades, la juventud panameña ha demostrado resiliencia, creatividad y un deseo profundo de construir un país más justo y solidario.
En este Jubileo de los Adolescentes, la Iglesia en Panamá reafirma su compromiso pastoral de acompañar a todos los adolescentes, especialmente a los más vulnerables, ofreciéndoles espacios de encuentro, escucha y formación que fortalezcan su fe y dignidad. Al mismo tiempo, hacemos un llamado a las instituciones del Estado y a toda la sociedad a generar oportunidades de desarrollo integral —espiritual, educativo, social y cultural— para que cada adolescente, descubra que son valiosos, capaces y llamados a transformar con valentía las situaciones de dolor en esperanza cristiana.
Los adolescentes, esperanza de la Iglesia y del mundo
Queridos jóvenes: ustedes son esperanza porque en ustedes hay dones que la Iglesia y el mundo necesitan:
Capacidad de soñar: los adultos a veces se resignan; ustedes sueñan. Su imaginación es motor de cambio.
Pasión: todo lo viven con intensidad. Esa pasión, puesta al servicio del bien, puede transformar la sociedad.
Creatividad: dominan nuevos lenguajes, nuevas tecnologías. Si las usan con fe, pueden ser misioneros digitales.
Espíritu comunitario: valoran mucho la amistad y la cercanía. En un mundo individualista, esa capacidad de estar juntos es un signo del Reino.
El Papa Francisco, en Christus Vivit, dice: “Queridos jóvenes, ustedes son el ahora de Dios” (CV 178). No son solo el futuro, son el presente. El mundo necesita hoy su alegría, su energía, su frescura.
Una invitación jubilar que exige tres compromisos
En este jubileo de los adolescentes el Señor los invita a tres compromisos:
A conectarse con Él. No basta estar conectados a internet: necesitan estar conectados con Jesús, en la oración y en la Eucaristía.
A ser valientes. No se avergüencen de su fe: hagan la señal de la cruz en público, hablen de Dios, defiendan lo que creen.
A soñar en grande. Dios tiene un plan único para cada uno: algunos serán sacerdotes, religiosas, esposos, profesionales, artistas. Lo importante es vivirlo con amor y fe.
El gran desafío de los adolescentes de Panamá y del mundo hoy es descubrir que están llamados a ser misioneros y santos en su tiempo. En medio de tantas realidades que hieren y confunden, ustedes son capaces de levantar la mirada y ser semilla de esperanza para la sociedad. Su valentía, su alegría y su fe pueden transformar situaciones de dolor en oportunidades de esperanza cristiana, mostrando que el Evangelio no es un sueño lejano, sino una fuerza que ilumina la vida cotidiana. Cada adolescente está llamado a ser luz que inspira, voz que defiende y corazón que actúa, para construir un mundo más justo, humano y lleno del amor de Dios.
La futura Parroquia Carlo Acutis
En este Jubileo de los adolescentes, anunciamos con alegría la creación de la futura Parroquia Carlo Acutis, una comunidad que comenzó como una sencilla capilla en hogares y parques de un residencial.
Sus orígenes se remontan a la Capilla Jesús Buen Pastor, inicialmente parte de la Parroquia del Espíritu Santo. Desde el 4 de febrero de 2018 pasó a formar parte de la Parroquia San Juan XXIII, y el 1° de mayo de 2024 inició un camino de autonomía pastoral que la ha llevado a consolidarse como Cuasi Parroquia Carlo Acutis.
Actualmente, la comunidad está guiada por el párroco Padre Jonathan Pulido y los vicarios Wilder Beltrán y Julián Vargas. Con 10 delegados de la Palabra que animan 8 sectores, la futura parroquia cuenta con una vida pastoral vibrante: Pastoral Familiar, Medios (Pecris), Catequesis de niños y jóvenes, Grupo Juvenil, Infancia Misionera, Monaguillos, Grupo de Emaús, Legionarias de María, Camino Neocatecumenal, Pastoral Social y Vocacional, además de tres coros y el equipo de Liturgia.
La futura Parroquia Carlo Acutis es ejemplo de trabajo comunitario, fe perseverante y colaboración constante entre laicos, diáconos y sacerdotes que, unidos, siguen construyendo una Iglesia viva y llena de esperanza para las nuevas generaciones.
Así, como San Carlo Acutis nos enseñó a vivir la santidad desde lo sencillo y cotidiano, esta parroquia nace como signo de que la Iglesia sigue viva y joven, llamada a caminar con los adolescentes y las familias, siendo luz en medio de los desafíos del presente.
Que Santa María de la Antigua nos inspire a todos a continuar este camino con alegría, valentía y fe firme, para que nuestra Iglesia en Panamá siga siendo testimonio de unidad, servicio y esperanza para las nuevas generaciones.
† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ
PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PANAMEÑA
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